Has trabajado en varios entornos, desde agencias hasta trabajo como freelance. ¿Cuáles dirías que son los retos de estos dos mundos y con cuál te quedarías en este momento?
El mayor reto que tuve en agencia fue la falta de tiempo para profundizar en la estética de los proyectos, ya que los plazos suelen ser extremadamente cortos y el desarrollo de la creatividad es lo que prima. Sin embargo, es un entorno que te enseña a ser eficiente, a tomar decisiones rápidas y a manejar campañas más completas. Como freelance, por otro lado, tienes más control sobre el enfoque creativo y los clientes que eliges, pero es más solitario y a mí me encanta trabajar en equipo, por no hablar de las cuotas de autónomo en España, que hacen pensarte más de dos veces lanzarte o no a creer en ello. En este momento, disfruto del equilibrio que tengo en Device, donde colaboro con un equipo especializado en animación, pero también mantengo cierta flexibilidad fuera para proyectos freelance, lo que me permite seguir aprendiendo.